AUTOR: Fran J. Alarcón Saguar - Jefe de Servicio de Deportes del Ayuntamiento de Illescas (Toledo) · Presidente de Gestores Deportivos de Castilla-La Mancha

Deporte federado, deporte de competición, actividad física para todos, actividades físico-deportivas para la salud, etc; los gestores del deporte estamos implicados en la organización y gestión de diferentes maneras de expresión de nuestro sector, cada una de ellas con unos clientes o usuarios diferentes, con objetivos diferentes e inquietudes diversas.

Los últimos estudios realizados nos indican una tendencia en las prácticas de actividad física enfocada a la búsqueda de buenos profesionales cualificados y formados, programas de promoción de la salud en el trabajo... Con la Covid-19 se hicieron más patentes los beneficios ya sabidos que las actividades físicas tienen tanto física como psicológicamente. Aspectos, sin duda, que nos da pistas sobre lo que los usuarios y clientes potenciales ya están buscando en su práctica de actividades físico-deportivas.

En la encuesta de hábitos deportivos en España de 2020 se señala que casi un 60% de la población practica deporte de forma periódica u ocasional, aumentando en más de 6 puntos respecto a 2015, aumenta la práctica del deporte por parte de las mujeres y los mayores de 55 años y por el contrario descienden las licencias federativas. Sin entrar en más detalles y en una primera mirada, podemos relacionar las tendencias que nos indican los estudios con los hábitos de la población hacia la práctica deportiva para darnos cuenta de hacia “dónde van los tiros”

La práctica de deporte y de actividades físicas, a mi modo de entender, ha dado el salto definitivo hacia el 'Deporte SALUD'. En la consciencia de las personas practicantes no está el debate entre el deporte de competición o el amateur, simplemente este debate ha desaparecido. Los hombres y mujeres que realizan actividad física lo hacen de forma cotidiana, altruista, por ocio, para mejorar sus niveles de salud, sean los que sean. Practican su actividad favorita simplemente porque se sienten mejor.

Desde el punto de vista del gestor del deporte, con estas premisas encima de la mesa, debemos actuar cada vez más en esta línea, planificar y organizar actividades deportivas para esta perspectiva. También los poderes públicos encargados de legislar deberían tener más en cuenta la forma con la que la mayor parte de la población realiza deporte, potenciar los programas de “receta deportiva”, la formación de los técnicos encargados de los mismos y ayudar a empresas, clubes o ayuntamientos a modificar algunas de las líneas de actuación hacia esta forma de práctica.

Sin embargo, el gran porcentaje de instalaciones y equipamientos deportivos que tenemos los gestores a nuestra disposición son campos y terrenos de juego de deportes reglados y preparados para la competición. Se siguen subvencionando grandes instalaciones deportivas con las medidas y formas que regulan los reglamentos federativos; sigue siendo más importante para algunos el resultado del partido del domingo que el aumento de la práctica deportiva de nuestros mayores. Creo que debemos seguir cambiando la forma de pensar e ir hacia las tendencias que nos dan los datos reales.

La nueva Ley del Deporte, recientemente aprobada, nos aporta alguna pincelada en las novedades que presenta en la división de los tipos de deportistas, igualdad, seguridad, etc., pero desde mi punto de vista se queda muy corta en esta perspectiva y, por supuesto, legisla y regula mucho más el deporte federado y el practicado por deportistas de alto nivel.

La Ley de profesiones del deporte, en fase de aprobación, por fin regulará de manera estatal las titulaciones y formación adecuada para cada uno de los profesionales de nuestro sector y ayudará, sin duda, a facilitar la buena gestión.

Analizando todos estos aspectos, como gestor público y con mi experiencia de más de 20 años en este campo, hago una reflexión que quiero trasladaros a todos los lectores de estas líneas.

¿Estamos en un momento de otro cambio en la gestión deportiva? ¿Podríamos decir que es diferente gestionar deporte con un fin competitivo, con un fin educativo o enfocado a la salud? ¿Es necesario especialistas en cada uno de los enfoques anteriores?

Bajo mi punto de vista la respuesta a las tres preguntas es SÍ. Incluso me atrevería a indicar que en la división de Carteras, Consejerías, Concejalías o departamentos, podría ser susceptible de quedar separado o diferenciado claramente. Podríamos empezar por cambiar, por ejemplo, el nombre de las Concejalías municipales, de Concejalía de Deportes, nombre que tiene en la mayor parte de los municipios, a otro como Concejalía de Deporte (en singular), actividades físicas y salud. Con este simple cambio, quizás  empecemos a tener más claro a lo que se dedica este departamento público.

Fran J. Alarcón, autor del artículo y presidente de AGDCM

Entiendo que la opinión de cada uno de vosotros puede ser parecida a la mía o diferente. Por ello, quiero abrir esta reflexión a todas y a todos para que busquemos el modo de modificar nuestros pensamientos y nuestras maneras de pensar en cómo afrontar estas nuevas formas de práctica, que van mucho más deprisa que los reglamentos, leyes y formas de gestionar.