José Antonio Sevilla: “Necesitamos más instalaciones deportivas con más profesionales para poder incrementar los niveles de práctica de ejercicio físico”
07/03/2021 18:33 EMPRESARIADO
José Antonio Sevilla (Madrid, 1974) es el director general de AltaFit, una de las cadenas de centros de fitness más importantes de España. La fundó junto a otros socios en 2011 y el modelo 'low cost' que introdujo, entonces novedoso en nuestro país, se ha revelado como exitoso, a juzgar por el crecimiento que ha experimentado el proyecto. DIRECCIÓN Y GESTIÓN DEL DEPORTE charla con este empresario tanto sobre su trayectoria al frente de AltaFit como en torno a la crítica situación que vive el sector como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
En 2020 Altafit fue la cadena que más centros deportivos abrió en España (18), empatada con Brooklyn Fitboxing. ¿Cerrarán 2021 como la que más centros ha abierto en solitario?
A pesar de la pandemia, en el 2020, materializamos una gran parte de las negociaciones que teníamos en marcha antes de la misma. Se puede decir que habíamos hecho un gran trabajo en el departamento de expansión y, en cuanto pudimos recobrar la actividad, aceleramos alguno de estos proyectos. En estos momentos contamos con otros 10 proyectos firmados, que nos llevarán a superar los 90 gimnasios en funcionamiento en España, pero por el momento, hemos paralizado las obras, por prudencia, dada la situación de la crisis del COVID y su afectación hacia nuestro sector, por el cierre indiscriminado de gimnasios en muchas comunidades autónomas.
¿Hasta qué punto han sido importantes las enseñanzas aprendidas en aquel CDE Pasos en el que se estrenó a la hora de construir lo que hoy en día es AltaFit?
El CDE Pasos fue mi primer proyecto de emprendimiento y poco tiene que ver, en su propuesta, con AltaFit, pues éste era un club que colaboraba con Ayuntamientos en la promoción de actividades deportivas infantiles y juveniles. Lo que si me enseñó Pasos fue que lo que realmente me motivaba era la gestión deportiva, el trabajar emocionalmente con personas que me aportaran valor y el desarrollar proyectos de servicios deportivos para impactar en la sociedad y eso si tiene mucho que ver con AltaFit y también con Altamarca, que fue el verdadero origen, siempre con mi mentor, socio y amigo Fernando Galindo.
Cuando, a principios del presente siglo XXI, apostaron por el formato de bajo coste, esto era algo desconocido en España. Aun así, se arriesgó…
Empecé a estudiar el concepto de los gimnasios de bajo coste en 2006, pero en aquella época, en España estábamos en el “wellness y los SPAS”. A pesar que, el modelo ya tenía recorrido, en Europa y EEUU, parecía que España no estaba preparada para esta disrupción. Aun así, perseveramos en la idea, hicimos mucho benchmarking y en 2011 lanzamos nuestra marca, convencidos que era un modelo de negocio que había venido para quedarse, como así fue.
La proliferación de cadenas de centros deportivos que abren gimnasios sin parar es notoria en los últimos diez años… ¿Hay un peligro real de saturación en el mercado?
No creo que haya saturación general en el país, aunque sí puede haber algunas zonas en las que se concentra mucha oferta. La maduración del sector y la situación de crisis están acelerando también procesos de concentración. Soy de la opinión de que necesitamos más instalaciones deportivas con más profesionales para poder incrementar los niveles de práctica de ejercicio físico, en entornos controlados. Aún queda mucho espacio de crecimiento de los niveles de práctica de la población.
¿Cuál es, a su juicio, el elemento diferenciador que explica el éxito de AltaFit en este mercado con tanta competencia?
Creo que el éxito está en cómo presentamos nuestra propuesta de valor apoyada en nuestros profesionales, a los que llamamos Genius. Además, no acudimos a programas de terceros como la mayoría de cadenas. Hemos creado nuestro propio producto de entrenamiento y clases dirigidas, lo que nos hace únicos en esta propuesta. El cliente valora muy positivamente estos temas, así como la interacción que tienen con los profesionales y la marca.
La diversificación, en su caso reflejada en vías como las de Myst o Hexxa, ¿era necesaria para crecer en el mercado del fitness?
Hubo un momento en el que entendimos que teníamos la oportunidad de ser una compañía más global y por ello el desarrollo de estos conceptos. Estas experiencias nos ayudaron a entender mejor que AltaFit aún tenía mucho que decir y que necesitábamos focalizar todos los esfuerzos en nuestra marca y propuesta comercial. Seguimos enriqueciendo nuestra propuesta, con el desarrollo de otras verticales, como la plataforma de entrenamiento online, la escuela de Boxeo o el entrenamiento personal.
También ha recurrido a las operaciones corporativas, como la compra de iFitness, para ampliar su cuota de mercado. ¿Es esa una vía ya cerrada o puede AltaFit recurrir a ella de nuevo?
El plan de crecimiento de AltaFit es muy ambicioso y existen dos formas de crecer, de forma orgánica y mediante adquisiciones. En nuestro comité de expansión estamos estudiando permanentemente oportunidades de implantación de todo tipo, por lo que seguiremos creciendo en ambas líneas.
Esta del mercado del fitness es una carrera de larga distancia… Alguien que se calza las zapatillas para correr a diario algo sabrá de eso, ¿no?
Totalmente de acuerdo. Siempre he sido de la opinión que el éxito se saborea mucho más cuando se ha disfrutado del camino y esto hay que prepararlo con pasos muy sólidos. Al igual que cuando preparas una maratón, en los proyectos empresariales la constancia en el día a día, la mejora continua y el no tener excesiva prisa, cobran gran importancia.
Tras lo vivido durante la pandemia, ¿cree que las instituciones públicas están realmente tomándose en serio lo que supone el sector del deporte y la actividad física?
En general no, aunque hay excepciones que sí han entendido que somos esenciales para la sociedad. Creo que la mayoría de las Consejerías de Sanidad no han reparado en los beneficios que el ejercicio físico tiene en la prevención de enfermedades y, particularmente, en la protección ante el COVID. Se han limitado a vernos como espacios de congregación social que había que limitar. Sus propios datos han evidenciado que el hecho de tener los gimnasios cerrados no ha variado el comportamiento de la curva. Por ese motivo, en mi opinión, nos deberían haber dejado funcionar para que, al menos, los ciudadanos pudieran, de manera preventiva, poder llevar una pauta de ejercicio físico que les hiciera más resistentes ante el virus.
¿Qué valoración hace de las ayudas institucionales al sector para recuperarse del mazazo de la pandemia?
Hasta ahora son totalmente insuficientes. En algunas comunidades te ofrecen una subvención de 3.000€ habiéndonos cerrado por cuatro meses. Imagínate. El daño patrimonial causado por la forma de gestionar la pandemia por parte de las instituciones nos ha llevado a interponer una demanda colectiva que, de alguna forma repare el daño. Veremos en qué queda todo esto.
Desde hace algún tiempo es miembro de la junta directiva del Círculo de Gestores Deportivos de Madrid. ¿Qué papel cree que pueden desempeñar asociaciones profesionales de ese tipo, como el propio Círculo o la Federación Nacional en la que se integra, FAGDE?
Creo que uno de los mayores aprendizajes que podemos extraer como sector en este tiempo ha sido el crecimiento profesional de las organizaciones y las relaciones entre nosotros. Estoy muy orgulloso de formar parte de las juntas directivas tanto del Círculo como de la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID) y la Fundación España Activa, pues la calidad humana y profesional de todas ellas es enorme. Creo que estamos en un gran momento para la unión de fortalezas como sector para conseguir la visibilidad tan deseada y, con ello, que la administración nos vea como parte de la solución y soporte en la toma de decisiones, focalizadas en la mejora de la calidad de la vida de las personas a través del ejercicio físico.
FAGDE