AUTOR: Fernando París Roche - Presidente de FAGDE

Diciembre del año pasado terminó con la aprobación y publicación en el BOE de la nueva Ley del Deporte – Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte- que sustituye a la aprobada hace 32 años y que marcó e influyó, aunque fuera parcialmente pero de manera positiva, el desarrollo estructural y organizativo del deporte y el crecimiento de la práctica deportiva en España.

La nueva Ley no va a cambiar el modelo deportivo español, afortunadamente…; y suponemos que ese no es su objetivo.

El modelo deportivo español está basado en el principio de colaboración público-privada entre la administración pública, el sector asociativo deportivo -nuestros clubes y federaciones- y el sector privado empresarial y comercial, todo ello en cada uno de nuestros tres niveles territoriales -local, autonómico y estatal-. Ese modelo es el que se deriva de nuestra Constitución y el que ha hecho posible el desarrollo deportivo de nuestro país, coherente con nuestro nivel económico, cultural y educativo; es el modelo imperante -con sus peculiaridades- en la mayoría de los países europeos con quienes compartimos sistemas democráticos, valores y libertades. Cambiar a un modelo exclusivamente privado y privativo como el norteamericano, o a los casi olvidados obsoletos modelos del este de Europa, o a los modelos “pujantes” de las dictaduras de los países asiáticos emergentes -a los que nuestros amigos del fútbol son tan proclives-, no parece muy inteligente, y eso no va a pasar. Pero sí que la Ley va a cambiar algunas cosas que van a generar situaciones nuevas, algunas esperadas y previstas -para eso se ha aprobado-, pero otras quizá supongan unos retrocesos no contemplados inicialmente.

En el contenido del presente número de la revista, el presidente de AGAXEDE y expresidente de FAGDE, Eduardo Blanco, especialista en derecho deportivo aplicado, hace una reflexión y análisis muy certero de algunos de los puntos positivos y negativos de la nueva Ley. Nuestra asociación participó en el proceso de consulta con un conjunto de alegaciones, de forma y de fondo, algunas de las cuales fueron tenidas en cuenta, pero otras importantes no. En cualquier caso, es la Ley que nuestro Parlamento ha aprobado y por lo tanto es nuestra Ley, es nuestro terreno de juego en aquellos aspectos que afecte a las competencias estatales en materia deportiva.

En su artículo, Eduardo Blanco señala la importancia que va a tener el desarrollo reglamentario de la Ley con el objetivo de mejorar su aplicación real; en el fondo y en la forma, que tan importante va a ser en una Ley densa, demasiado extensa, con algunas contradicciones observadas, difícil de leer en su totalidad, nada didáctica ni pedagógica. En ese proceso, el Consejo Superior de Deportes contará con la colaboración de FAGDE y de sus asociaciones.

Albert Soler, hasta hace poco director general de Deportes del CSD

Simultáneamente con el proceso de publicación de la Ley, se ha producido el relevo en la Dirección General del Consejo Superior de Deportes. Albert Soler, contrastado gestor deportivo de formación y una de las personas con mayor experiencia en la política deportiva española, deja el cargo y es sustituido por un experto jurídico que va a tener que jugar un papel importante en el desarrollo reglamentario de la Ley. FAGDE quiere agradecer a Albert Soler su atención y colaboración durante este segundo periodo de su paso por el CSD; y desear a Fernando Molinero, nuevo director general, suerte en la compleja y complicada labor que tiene entre manos. Por parte de FAGDE encontrará siempre la colaboración que solicite.

Fernando Molinero, relevo de Soler en el cargo